Las personas empezaron a contar con un tiempo extra en sus casas, ya sea por despidos, disminución de tareas, vacaciones o el mismo encierro de la cuarentena que demandaba menos deberes a los que anteriormente se llevaba en la cotidianidad; esto como consecuencia llevó a que se empezaran a pensar y llevar a cabo ideas innovadoras, productos con presentaciones únicas, servicios diferentes y especiales que se caracterizaban por su creatividad y por brindar algo que nunca antes se había visto. Estos emprendedores fueron precisamente personas que siempre tuvieron la idea de iniciar su negocio o trabajar como independientes pero no habían encontrado la oportunidad o los recursos para hacerlo hasta ahora. 

 

Las redes sociales, el internet y las nuevas aplicaciones móviles fueron las primeras en darle la seguridad a los personajes anteriores para crear su emprendimiento, pues se dieron cuenta a través de la experiencia o historias cercanas de que estas  tenían la capacidad de lograr resultados positivos para estas nuevas empresas como el alcance y reconocimiento de sus públicos, la agilidad en su comunicación y la presentación de sus productos y servicios.  

 

Es decir, la cuarentena tuvo características específicas con respecto a los emprendimientos, las cuales fueron la innovación y renovación, llevando a que los pequeños y grandes empresarios lograran una experiencia con los clientes desde la distancia,  por la manera de empacar los productos, la atención o demás factores.

 

Se realizó una encuesta para la investigación y se encontró que las personas consumen en su gran mayoría comida, ropa e implementos de belleza.